Agentes de innovación social: Exitosa participación de estudiantes MedVetUC en el Programa Transforma e Impacta
14 de agosto 2024
Imágenes aportadas por Javiera Navarro y Natalia Arribillaga.
Las alumnas de 5° año, Natalia Arribillaga y Javiera Navarro, formaron parte de la versión 2024 de este programa que busca impulsar el liderazgo estudiantil y la innovación para abordar problemas sociales en América Latina. La iniciativa está dirigida a estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de los Andes de Colombia y el Instituto Tecnológico de Monterrey México.
“Una experiencia enriquecedora” y “un regalo”. Así describen Natalia Arribillaga y Javiera Navarro lo que fue su participación en el Programa Transforma e Impacta, entre mayo y julio de 2024, a través del cual pudieron potenciar sus habilidades de liderazgo para desarrollar, junto a estudiantes universitarios de Chile, Colombia y México, proyectos sociales guiados por algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
La llegada de ambas estudiantes a una instancia de esta envergadura es el resultado de un camino que han venido explorando y trabajando, movidas por el deseo de ser agentes de cambio en el mundo. Es fruto también de las oportunidades de formación que han encontrado en la UC, específicamente, a través de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE).
“Antes no me consideraba líder, pero en el primer año de la carrera, varias compañeras interesadas en fauna silvestre nos unimos y creamos SILVET, agrupación que se dedica a apoyar, educar y concientizar sobre la conservación y protección de fauna silvestre nativa. Además, el año pasado me ofrecieron formar parte de un programa de liderazgo social para certificarme como líder social dentro de la UC, y fue muy provechoso. Descubrí habilidades y quise seguir fortaleciéndome en el área de liderazgo. Como ya estaba en la base de datos de la DAE, comencé a recibir información del programa Transforma e Impacta y en marzo postulé a uno de los 20 cupos que se abren para estudiantes UC”, explica Natalia Arribillaga.
Por su parte, Javiera sintió el llamado al liderazgo cuando era muy chica. «Tenía ansias de hacer algo por el mundo. Desde siempre, una de mis principales motivaciones ha sido trabajar por el medio ambiente, la naturaleza y la conservación, lo que me ha llevado a querer tener un rol de influencia para liderar cambios. Al entrar a la universidad, se me presentaron oportunidades para impulsar y participar en diversas iniciativas: fui fundadora y presidenta de SILVET, así como una de las fundadoras de la Pastoral de Medicina Veterinaria, además de cofundadora y coordinadora general del nuevo Proyecto Asís. Fue en este camino que se abrieron puertas para participar en programas como Transforma e Impacta».
La riqueza de un equipo multicultural
Con el fin de promover el intercambio cultural y proporcionar una preparación sólida e integral, los estudiantes seleccionados fueron distribuidos en equipos de seis integrantes, con dos representantes de cada país. En la primera etapa de trabajo, cada participante exponía a su equipo una problemática que afectaba a su país, relacionada con uno de los cuatro ODS definidos para 2024: Educación de Calidad, Reducción de las Desigualdades, Acción por el Clima, y Paz, Justicia e Instituciones Sólidas. Luego, tras un proceso de diálogo y deliberación, el equipo debía escoger uno de los problemas planteados y desarrollar un proyecto en torno a él.
“Al inicio de todo el proceso, nos dijeron ‘sueñen’, y así lo hicimos. Veíamos a tantas personas con esas ganas de soñar, formando equipos increíbles que tenían ansias de generar grandes cambios”, recuerda Javiera.
El periodo de trabajo comenzó con sesiones online dictadas por diferentes especialistas en temas de liderazgo, diseño de proyectos y ejecución de proyectos con acción sin daño. También, se llevaron a cabo sesiones individuales y mentorías.
Respecto a la experiencia de coordinación y organización para el desarrollo del proyecto, Natalia comenta que “uno de los retos que enfrentamos fue trabajar con diferentes zonas horarias, además de que algunos integrantes estaban iniciando sus vacaciones mientras que otros se encontraban en periodos de exámenes”. Pero más allá de esas dificultades, ambas estudiantes valoran y agradecen la oportunidad que tuvieron de compartir con personas que tenían el anhelo de impulsar cambios positivos en el mundo.
El grupo de Natalia decidió trabajar la problemática del exceso de sargazo en México, centrándose específicamente en la comunidad pesquera de Vigía Chico, en Tulum. Esta zona se ve gravemente afectada por esta macroalga que llega a las costas, impidiendo el uso de trampas para langostas, que es la actividad económica más sostenible en el área.
El equipo de Javiera se centró en la pérdida del sentido de pertenencia a la naturaleza, un fenómeno global que decidieron abordar mediante la educación medioambiental en colegios. Su enfoque se basa en las enseñanzas de los pueblos originarios, comunidades que en Chile, México y Colombia mantienen un fuerte vínculo intrínseco con la naturaleza y sienten la responsabilidad de retribuirle. “Nos fue muy bien, de hecho, nos avisaron que será implementado en Bogotá”, señala Javiera.
Javiera Navarro y su equipo
Natalia Arribillaga y su equipo
Encuentro final en Colombia
Después de dos meses de trabajo vía remota, todos los equipos se reunieron en la final del programa, que esté año se llevó a cabo en Bogotá, Colombia. Javiera y Natalia llegaron el 22 de julio y, durante una semana, participaron en muchas actividades, que iban desde dinámicas de grupo hasta panoramas culturales. “Una charla que me gustó mucho fue la de liderazgo adaptativo, donde aprendimos que no puedes liderar a todos los grupos de la misma manera; además, nos enseñaron cómo gerenciar y establecer relaciones con las autoridades y toda la red; es decir, adquirimos una visión más integral de lo que implica el liderazgo”, explica Natalia.
Invitación a participar
«Esta experiencia fue un regalo gigante y me permitió regalarme. Superó mis expectativas, en todo sentido, y con nuestros compañeros de grupo nos hicimos muy amigos”, dice Javiera. Compartiendo el mismo agradecimiento, Natalia nos cuenta que “fue una experiencia enriquecedora, me ayudará mucho en mi vida estudiantil y profesional, y me permitirá ir por desafíos más grandes”.
Al concluir esta importante etapa, ambas estudiantes hacen un llamado a toda la comunidad de estudiantes MedVetUC a participar en esta iniciativa. “Hay que motivarse, da un poco de nervios al principio, pero es fundamental creer en uno mismo, formarse, confiar en el equipo y animarse a ser líder estudiantil”.