
En el Día Mundial del Perro: Claves para cuidar la salud física y mental de tu mascota
18 de julio 2025
Desde 2004, cada 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, una fecha que nos invita a tomar conciencia del cuidado y atención que requieren estos miembros de tantas familias y hogares. En esta nueva conmemoración, cuatro docentes de la Escuela de Medicina Veterinaria UC comparten recomendaciones útiles para mejorar el bienestar integral de estas mascotas.
En el día a día, los perros con los que convivimos nos envían múltiples señales que revelan si es que están teniendo algún tipo de sufrimiento relacionado con el dolor, enfermedades o estrés. Junto con medidas de salud básicas, como la vacunación y un chequeo general, es esencial que las y los tutores construyan un vínculo sano con sus mascotas, atiendan las necesidades de cada etapa de su desarrollo, ofrezcan un entorno seguro, así como actividades que protejan su salud física y mental.
Detección y manejo del dolor
El dolor tiene un impacto profundo en el bienestar en animales. Así lo indica la Dra. Mariela Goich, profesora asistente dedicada al área de anestesiología veterinaria, quien precisa que “en periodos prolongados, puede generar estrés, afectar el consumo de alimentos y agua, alterar el ciclo de vigilia y del sueño, y cambios de comportamiento, como agresividad, afectando su relación con otros animales y sus tutores”.
La académica explica que el dolor puede presentarse a cualquier edad, si bien hay razas con mayor predisposición a sufrir enfermedades específicas -como osteoarticulares-, en general, cualquier perro puede sufrir una condición dolorosa. Por ejemplo, la displasia de caderas es común en razas grandes, como el ovejero alemán y el labrador, siendo la cojera un signo muy claro.
Actualmente, hay distintas herramientas validadas para que los veterinarios determinen si el animal está con dolor. También, a través de cuestionarios de bienestar y calidad de vida, las personas pueden encontrar orientación y detectar algún problema. Esto es relevante, porque en los perros geriátricos, las enfermedades osteoarticulares son muy prevalentes y suelen causar mucho dolor. Por eso, es clave que el tutor esté atento a cambios de conducta que pueda indicar incomodidad.
En este sentido, la Dra. Goich destaca que “hoy en día, las personas están más informadas y muestran una mayor preocupación por actuar preventivamente”.
La vacunación y la desparasitación: medidas cruciales para frenar agentes infecciosos
Las enfermedades infecciosas pueden ser causadas por virus, bacterias, hongos o parásitos. En los perros, en particular, las más comunes suelen ser las virales. “Son afecciones evitables si se suministran las vacunas que hoy existen en Chile, tales como la séxtuple/óctuple y la antirrábica”, explica la Dra. María Paz Iturriaga, profesora asistente dedicada al área de pequeños animales.
Según la docente, en general se asocian las enfermedades infecciosas con pacientes más jóvenes, pero al envejecer, los perros pueden volverse más susceptibles. “Independientemente de la edad, es esencial prevenir. Hablamos de enfermedades que pueden ser mortales para los perros y que, además, pueden transmitirse a las personas”, afirma la académica.
Entre las afecciones virales más comunes se encuentran el parvovirus, el distemper y la traqueobronquitis infecciosa (tos de las perreras), las cuales se manifiestan a través de diversos síntomas:
Parvovirus: afecta el sistema gastrointestinal y el sistema inmune. Es muy contagiosa y común en cachorros y perros no vacunados.
- Síntomas: vómitos, diarreas con sangre, decaimiento y pérdida de apetito.
- Vía de contagio: contacto directo con perro enfermo u objeto contaminado.
Distemper: puede afectar los sistemas gastrointestinal, respiratorio y neurológico. El contagio también se da por contacto directo con perros infectados.
- Síntomas: secreción ocular y nasal, tos, vómitos, diarrea, convulsiones y/o mioclonos.
- Vía de contagio: contacto directo con perro enfermo u objeto contaminado.
Tos de las perreras o traqueobronquitis infecciosa: en pacientes que tienen un sistema inmune debilitado podría desarrollarse una neumonía.
- Síntomas: tos persistente, estornudos, secreción nasal, fiebre e inflamación del tracto respiratorio.
- Vía de contagio: contacto directo con un perro enfermo o con el que comparte un espacio.
Respecto a los parásitos, además de la desparasitación periódica, la Dra. Iturriaga recomienda prácticas como alimentar a las mascotas con alimentos comerciales, y si se les da carne, esta debe estar siempre cocida; evitar que salgan a cazar animales, y recoger siempre sus heces, tanto en el hogar como durante los paseos.
Corazón: signos de alerta y cuidados
En general, las enfermedades cardíacas en perros suelen pasar desapercibidas. Según el Dr. Pablo Lillo, profesor asociado con experiencia en cardiología y cuidados intensivos, “los signos suelen ser inespecíficos: agotamiento acentuado después de ejercicios que eran habituales, alteraciones respiratorias, desmayos e incluso un signo similar a una tos, son algunos de ellos”. Agrega que estas afecciones se presentan con mayor frecuencia en animales añosos, sobre los siete años.
Respecto al momento en que se debe llevar al perro a la clínica veterinaria, el Dr. Lillo señala que, ante cualquier signo que pudiera estar asociado a una enfermedad cardiovascular, lo recomendable es acudir a un médico veterinario general, quien podrá realizar una evaluación inicial, es decir, un primer filtro.
En cuanto al cuidado de un paciente con una afección cardíaca, el profesor indica que es beneficioso que el perro haga ejercicio y conserve una adecuada condición corporal. Asimismo, explica que los pacientes suelen sentirse mejor en zonas cercanas al nivel del mar, mientras que en lugares montañosos pueden experimentar cierta incomodidad.
El Dr. Lillo advierte que, en el último tiempo, se ha observado un aumento de ciertos tipos de enfermedades cardíacas en animales que consumen dietas nuevas, como la vegana. “Por lo tanto, cualquier cambio en la alimentación debe ser supervisado por un médico veterinario: los perros requieren un adecuado aporte de proteínas en su dieta”, puntualiza el académico.
Socialización, temperamento y factores genéticos raciales
Durante el periodo de socialización temprana, que va desde la tercera hasta la decimosexta semana de vida, es fundamental que el perro se exponga a diversos estímulos para desarrollar herramientas que le permitan enfrentar situaciones desafiantes y fortalecer su resiliencia. “No es bueno acostumbrarlo a vivir en una burbuja. Debe conocer, de manera gradual, nuevas personas, otros animales, familiarizarse con el tránsito de autos o ruidos en general; con todo lo que se va a encontrar en el día a día”, señala la Dra. Astrid Concha, profesora especializada en comportamiento y bienestar animal.
Durante la adolescencia —periodo que va entre los cinco y los dieciocho meses— se producen cambios hormonales y a nivel cerebral, y suele aparecer una nueva etapa de miedos situacionales, junto con reacciones desafiantes, y mayores niveles de frustración. “Ante esto, es fundamental mantener un vínculo claro, una convivencia y comunicación coherente y constante. No hay que castigarlos, porque eso solo aumenta el miedo”, indica la Dra. Concha.
Otro aspecto fundamental a considerar durante el desarrollo de la mascota es que cada perro tiene su propio temperamento. Hay animales a los que no les gusta socializar con otros perros, o que se sienten nerviosos cuando hay muchos a su alrededor. “Por ejemplo, un perro que camino al canil del parque se detiene, te mira, empieza a rascarse, bosteza y olfatea el piso, está manifestando un conflicto y niveles de estrés, quizás por el hecho de ir al canil», señala la académica.
Asimismo, no hay que olvidar los factores genéticos propios de cada raza. Los perros nórdicos suelen ser más independientes, mientras que otras razas tienden a buscar más el contacto con las personas. Además, razas como el border collie, el beagle o el terrier, son de trabajo o utilidad, por lo que necesitan mantenerse activas y ocupadas.
Tutores ausentes y bajo estrés: perros estresados
“Los perros están muy estresados”, alerta la Dra. Concha, quien explica que estos animales están siempre atentos a las rutinas, y que su estabilidad emocional depende, en gran medida, de saber qué va a ocurrir y de la coherencia en el comportamiento de sus tutores. “Leen muy bien el lenguaje no verbal de las personas, que hoy en día están muy estresadas, y que incluso durante el tiempo destinado al paseo se encuentran revisando su celular. El perro percibe esa falta de atención”, advierte.
La profesora enfatiza la importancia de jugar de forma consciente, al menos diez minutos al día, ya que esta actividad fortalece el vínculo y mejora la relación entre el tutor y su mascota. Recalca que lo relevante no es el objeto, sino la conexión que se genera a través de la interacción. Incluso, estudios han demostrado que jugar con los perros produce las mismas ondas cerebrales que la meditación y reduce los niveles de estrés tanto en el animal como en la persona.