Simulación: potenciando una formación ética e integral para resguardar el bienestar de los animales

Fotos: Fantomas de animales, Escuela de Medicina Veterinaria UC

Desde sus inicios, la Escuela de Medicina Veterinaria de nuestra universidad ha implementado la simulación en la actividad docente, una estrategia educativa que busca garantizar el desarrollo de habilidades en alumnas y alumnos, además de resguardar el bienestar de los animales, un compromiso que está en línea con el marco normativo de la UC, la legislación nacional y los principios acordados a nivel internacional. 

Desde hace muchos años, la simulación se ha venido utilizando de manera exitosa en la medicina humana; se trata de una metodología activa que permite la reproducción de escenarios reales, en este caso la atención clínica de animales, facilitando el aprendizaje de las y los estudiantes y garantizando una evaluación equitativa. 

Comprometida con el resguardo del bienestar animal y del ejercicio ético de la profesión, la Escuela de Medicina Veterinaria UC está preparando a sus estudiantes para abordar de manera exitosa y respetuosa situaciones y problemáticas que encontrarán en la práctica gracias a un entrenamiento basado en la simulación, a través de la evaluación de casos, el uso de softwares y de fantomas, es decir, simuladores de cuerpos de animales. 

“La enseñanza aplicada que realiza la Escuela de Medicina Veterinaria de la UC debe ser celebrada, pues permite brindar a sus estudiantes una formación de primer nivel de la mano de un compromiso ético por el bienestar de los animales. Este compromiso de formación es coherente con el principio de las 3Rs (reemplazo, reducción, refinamiento en el uso de animales) y es un punto de partida básico para un trato ético de los animales”, afirma Alfonso Donoso, profesor del Instituto de Éticas Aplicadas UC en cargo compartido con el Instituto de Ciencia Política UC.

El Dr. Pablo Lillo, académico de la Escuela, explica que en el quehacer docente se utilizan simulaciones de baja fidelidad, prácticas en las que se incluyen el análisis y resolución de casos, y también simulaciones de alta fidelidad, esto es actividades en las cuales se desarrollan juegos de roles en escenarios muy similares a los que encontrarán las y los estudiantes durante su vida profesional.  

«Esta metodología es el paso siguiente a la adquisición de conocimientos teóricos, ella conduce al desarrollo de habilidades y competencias técnicas, tales como colocar una vía venosa y la comprensión de por qué se hace lo que se hace y sus consecuencias. A su vez, aumenta la confianza para enfrentar situaciones difíciles, se adquieren herramientas para crear una comunicación efectiva con el tutor, trabajar en equipo y asimilar el compromiso ético en el trabajo con animales”, señala el Dr. Lillo. 

Junto a la evaluación de casos y el uso de softwares, en la escuela cuentan con fantomas de diversas especies, que representan al paciente. A través de estos muñecos, grupos de estudiantes pueden practicar durante una jornada completa, mediante una práctica repetitiva, con la seguridad de que no se está forzando o estresando a un animal.  

“La simulación es una metodología que lleva al estudiante a salir de su zona de confort y auto conocerse, capacitándole para que maneje situaciones reales, poniendo en práctica todo lo que sabe y se desenvuelva adecuadamente. Además, las primeras experiencias pueden llegar a ser negativas, es necesario prepararles para que transmitan confianza al tutor y cuenten con herramientas para lidiar mejor con problemáticas que generan frustración y estrés”, concluye el Dr. Lillo.